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viernes, 11 de septiembre de 2015

El país que se encoge… Progreso con efectos a la inversa

Imágenes de redes sociales demuestran el impacto de las lluvias en pleno centro capitalino.

Antes las casas urbanizadas —no de lujo— se vendían con más patio, mejores cuartos y espacios, hechas con materiales de calidad resistente, y sobre todo, a mejores precios. Hoy, los vecinos de al lado pueden oír lo que susurras a la almohada, no tienen patio ni para un papo y son carísimas. Ni hablar de los apartamentos. ¡Ah! Y de paso cuando llueve las calles se convierten en piscinas, lagos, ríos… Pero ninguno de los gobiernos da una solución real debido a sus millonarios intereses.

Antes el cartón de leche o bebida más pequeño, las galletas o el pan, se veían grandes en la palma de la mano, y sobre todo, costaban menos. Hoy se ven pequeñitos y cuestan mucho más.

Antes un libro escolar pasaba por las manos de varios hermanos y costaba unos balboas, y la gente decía buenos días, buenas tardes. Hoy solo pasan por una mano, pueden costar un ojo y cada año los de matemáticas, por ejemplo, incluyen “nuevas ecuaciones”. Los de español e inglés “nuevas gramáticas y verbos to-be”. Los de historia, bueno esos si acaso mencionan la “invasión-intervención” de 1989; igual, poca gente saluda al subir un autobús ¿Y para qué? Incluso, la mayoría cuando camina pareciera andar con “GPS” cerebral, solo miran la pantallita celular y los oídos están tapados con audífonos.

Por eso, antes, con menos progreso, la mayoría de familias tenían como características tres, cuatro, cincos, seis hijos. Y en generaciones atrás hasta 10 y 20. Hoy, con tantos avances y crecimiento, las parejas pulsean uno, tal vez dos, estás loco si el tercer espermatozoide rompe la cuenta. No importa, en definitiva, si hemos aumentando en número durante la última década, el Censo Nacional podría volver a contar que somos menos, y quizá los locos vuelven a ser más, todo es posible, total ahora vivimos la era "ñamista".


Así es esta ciudad donde florecen rascacielos vacíos, donde los guetos se mezclan intrusos sobreviviendo a los cambios. Así este país, donde el crecimiento progresista demuestra efectos contrarios a lo que espera la población, mientras quienes controlan los poderes políticos y económicos amasan fortunas en detrimento de la clase profesional y trabajadora se mire por donde se mire sin control ni justicia social.
Un país que encoge sus hombros, aunque eso no significa que no habrá un final.

No es sorpresa, cada año las inundaciones ganan grandes titulares, mas no una solución al problema.

jueves, 13 de marzo de 2014

Están desapareciendo los géneros periodísticos en los diarios digitales de Panamá


En las dos últimas décadas, la expansión de las nuevas tecnologías en la vida y las tareas de las personas en todos los ámbitos ha significado un acelerado avance en el desarrollo humano.
Más allá de las ganancias económicas a empresas comercializadoras y fabricantes de tecnologías, la expansión del conocimiento y la comunicación entre las personas, en casi todo el mundo, han sido directamente beneficiadas. Las barreras de la distancia y el tiempo son ahora cosa del pasado, siendo que la interacción y comunicación de los millones de usuarios en el internet es solo cuestión de un ¡clic!

Las nuevas tecnologías igualmente han dado un gran empuje al campo de la comunicación social, especialmente el periodismo. Contrario al temor que generaba la presencia de las pequeñas computadoras Apple, en las distintas salas de redacción nacionales, a partir del año 1992, el proceso de elaboración de las noticias se hizo cada vez más fácil y rápido en cualquiera de los medios gracias a su digitalización.

Hoy día, los diarios, noticiarios de emisoras y de canales de televisión convencionales han trasladado su presencia informativa al internet, que entre otras ventajas, les ha cumplido a los periodistas y dueños de medios de comunicación social el sueño de conocer inmediatamente las reacciones (retroalimentación) de los lectores y/o audiencia, quienes pueden hacer comentarios públicos debajo de cualquier publicación, en vez de enviar un correo postal o hacer una llamada aislada a la sala de redacción. El destino de las informaciones no se limita a los visitantes del país, sino a los usuarios de internet en cualquier parte del planeta.

En esta evolución periodística digital, la aparición y popularidad de las distintas redes sociales en el internet vino a reforzar esa interacción directa de los ciudadanos (receptores en la comunicación convencional) con respecto a lo que publican los medios, pero simultáneamente también convirtieron a todos los ciberparticipantes en emisores. Tanto es así, que los propios medios de comunicación social están obligados a monitorear las redes sociales, no solo para medir el impacto de sus noticias o algún suceso, sino también para nutrirse de información que interesa al público. Las reacciones de la audiencia y sus opiniones ya no son exclusivas de los medios, incluso, tampoco son los medios los que exclusivamente definen qué es importante o qué debe publicarse para que la población esté informada. Los usuarios de las redes están destronando cada vez más ese privilegio al llamado “cuarto poder”.

De esta manera, en el caso de los diarios panameños que han saltado sus versiones digitales al internet, parece haber más interés en actualizar al instante las noticias y no tanto en profundizarlas, limitando su oferta informativa, por ejemplo, a lo que ha dicho el Presidente, sus opositores o lo que ocurre inesperadamente… Buscan ser los primeros en dar a conocer algo y lograr mayor cantidad seguidores y publicaciones virales, dejando a un lado el periodismo profundo y analítico que oriente a la población en sus decisiones.

En esta vorágine digital, ya nadie tiene que salir a buscar las noticias comprando un periódico, sintonizando el noticiero radial o de televisión, porque ahora la información llega al instante al bolsillo mediante el celular, las tablets y a la pantalla del computador con las “alertas” que envían los medios cibernéticos.

Es un escenario en el que los diarios de papel nacionales están resultando los más afectados, pues cada vez parecen tener menos publicidad y menos lectores. Mientras tanto, el horizonte muestra un futuro incierto debido a que la siguiente generación es, si se permite decirlo así, de sangre digital... 



jueves, 30 de enero de 2014

"La necesidad del autodominio": ¿Cómo debe ser un político?


"La necesidad del autodominio" es el título del ensayo con el que mi hija Silvia Alicia obtuvo el tercer lugar en el concurso de ensayos nacional Mister Políticus, organizado por la Fundación Ojitos de Ángel, cuya premiación se realizó el miércoles 29 de enero pasado, en la librería Exedra Books.

Incluyendo la categoría de cortometrajes, este año participaron más de 600 estudiantes de distintos planteles educativos y privados de todo el país. En las finales, fueron evaluados -- en la categoría de ensayo -- los 27 mejores trabajos.

Mister Políticus, es la más reciente novela publicada del escritor Ramón Fonseca Mora, en la que se describe las ambiciones de los políticos por llegar al poder y cómo debieran ser.

"Se me presentó la oportunidad como estudiante de décimo año en el  2013, de participar en un concurso de ensayos a nivel nacional. Ayer, 29 de enero, gracias a la creatividad, determinación, motivación de compartir mis ideas y a Dios, este ensayo obtuvo el tercer lugar de 27 ensayos participantes. En el momento en el que me informaron de este oportunidad, no lo dudé y la consideré perfecta para dar a conocer mi visión de un verdadero gobernante, no solo en la política, sino en todas las áreas de la vida..." Silvia Alicia González González


Los comentarios de mi pequeña de 16 años, tras recibir el premio, están su blogs Dádivas de Vida, en el cual también podrán encontrar el link a Calaméo para que lean el ensayo completo.

Felicidades hija por este triunfo.

Laggon19, Silvia Alicia y Ramón Fonseca Mora.