jueves, 24 de septiembre de 2015

Siempre seremos un punto

Nada en la vida, aquí o donde sea que haya existencia, pasará en vano y por eso cada evento nos hace madurar para bien o para mal. Tras incontables vivencias desde niño, joven y hombre, junto a mis años callejeros y de periodismo, he logrado coser algunas frases que entretejen algo de ese telón llamado vida.

Ahora quiero compartirles aquellas pocas que considero enteras para reflexión propia. También rememoro otras ajenas que me han dado sabiduría:

En el tiempo y en el espacio, siempre seremos un punto, quizás luz... Tú y yo…


Cada paso genera un cambio en el mundo, incluso en el universo.

El Periodismo está obligado a lograr que se haga justicia, sin juzgar a nadie.

La envidia es el mal que desde el principio ataca la creación, solo la verdad revela su veneno oculto.

Los rascacielos nunca son construidos desde arriba, las grandes obras siempre se levantan desde abajo, así como los grandes hombres y mujeres.

El tiempo relaja, afloja, aprieta y decide. Es amigo y enemigo, abogado y juez. Al final nadie se escapa de su verdad.


Si tienes una idea en la mente, sácala de allí sin temor. 
Solo así descubres si es bueno o malo lo que se te ocurra.




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Hay más dicha en dar que en recibir: Jesús de Nazaret


Para tener enemigos no hace falta declarar una guerra, 
solo hace falta decir lo que se piensa: Martin Luther King

Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. 
Y del Universo no estoy seguro: Albert Einstein


Nos dominan más por ignorancia que por la fuerza... Simón Bolívar



Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen: Jesús de Nazaret


viernes, 11 de septiembre de 2015

El país que se encoge… Progreso con efectos a la inversa

Imágenes de redes sociales demuestran el impacto de las lluvias en pleno centro capitalino.

Antes las casas urbanizadas —no de lujo— se vendían con más patio, mejores cuartos y espacios, hechas con materiales de calidad resistente, y sobre todo, a mejores precios. Hoy, los vecinos de al lado pueden oír lo que susurras a la almohada, no tienen patio ni para un papo y son carísimas. Ni hablar de los apartamentos. ¡Ah! Y de paso cuando llueve las calles se convierten en piscinas, lagos, ríos… Pero ninguno de los gobiernos da una solución real debido a sus millonarios intereses.

Antes el cartón de leche o bebida más pequeño, las galletas o el pan, se veían grandes en la palma de la mano, y sobre todo, costaban menos. Hoy se ven pequeñitos y cuestan mucho más.

Antes un libro escolar pasaba por las manos de varios hermanos y costaba unos balboas, y la gente decía buenos días, buenas tardes. Hoy solo pasan por una mano, pueden costar un ojo y cada año los de matemáticas, por ejemplo, incluyen “nuevas ecuaciones”. Los de español e inglés “nuevas gramáticas y verbos to-be”. Los de historia, bueno esos si acaso mencionan la “invasión-intervención” de 1989; igual, poca gente saluda al subir un autobús ¿Y para qué? Incluso, la mayoría cuando camina pareciera andar con “GPS” cerebral, solo miran la pantallita celular y los oídos están tapados con audífonos.

Por eso, antes, con menos progreso, la mayoría de familias tenían como características tres, cuatro, cincos, seis hijos. Y en generaciones atrás hasta 10 y 20. Hoy, con tantos avances y crecimiento, las parejas pulsean uno, tal vez dos, estás loco si el tercer espermatozoide rompe la cuenta. No importa, en definitiva, si hemos aumentando en número durante la última década, el Censo Nacional podría volver a contar que somos menos, y quizá los locos vuelven a ser más, todo es posible, total ahora vivimos la era "ñamista".


Así es esta ciudad donde florecen rascacielos vacíos, donde los guetos se mezclan intrusos sobreviviendo a los cambios. Así este país, donde el crecimiento progresista demuestra efectos contrarios a lo que espera la población, mientras quienes controlan los poderes políticos y económicos amasan fortunas en detrimento de la clase profesional y trabajadora se mire por donde se mire sin control ni justicia social.
Un país que encoge sus hombros, aunque eso no significa que no habrá un final.

No es sorpresa, cada año las inundaciones ganan grandes titulares, mas no una solución al problema.