martes, 29 de noviembre de 2016

Periódicos de anteayer: el histórico viernes negro

¿Y en Cuba no pasó nada? Hay que registrarlo para la historia

La víspera del nuevo milenio, latente ahora, trajo otro rival feroz a los diarios impresos, el Internet, y de paso la comunicación móvil a partir del teléfono celular. Vivimos la era de la información digital-inalámbrica, donde las personas no tienen que ir a comprar el diario, ni sintonizar noticias, sino que ellas llegan instantáneamente a nuestros bolsillos, a los carterones de mujeres, principalmente mediante las redes sociales que conectan a miles de millones de usuarios en el mundo.

“Fidel Castro ha muerto a los 90 años”

Un comunicado leído en un video de la TV cubana por su hermano y actual presidente de la isla, Raúl Castro, se convirtió rápidamente en la noticia mundial después de las once de la noche del 25 de noviembre de 2016, Día de Acción de Gracias en EEUU. Las cadenas de televisión internacional CNN y BBC se activaron en programación permanente confirmando el hecho y reportando episodios de la vida del líder revolucionario que desafió el sistema de Estados Unidos.

En Panamá, a eso de las doce medianoche la TV local permanecía dormida. No obstante, tres medios informativos digitales tenían ya en sus ediciones el deceso de Castro, cuyos avances habían inundado las redes sociales después de aquel comunicado.
 Al salir el sol del sábado 26 de noviembre de 2016, las portadas de los diarios nacionales repetían la realidad del “viernes negro”, conocida ya digitalmente por la mayoría, menos el suceso más importante ocurrido a las 10:29 p.m., por coincidencia, sin diferencia horaria con respecto a Panamá. El no tan sorpresivo fallecimiento de Fidel Castro destacó por su ausencia en las ediciones de los diarios panameños, mientras en todas partes se comentaba la muerte.

Y luego de al menos 30 horas del hecho, al salir el sol del domingo 27, día de descanso –para levantarse tarde y olvidar los tranques de rutina que agobian la población–, los diarios impresos de Panamá ocuparon sus portadas con títulos disimulados sobre Fidel Castro. Pero otra vez, aunque muchos rebuscaron qué publicar, para que no supiera a “información vieja”, fue difícil, por no decir nada, encontrar algo que no se hubiera dicho o publicado en los digitales, la TV y la radio.

Debo indicar que de los tres digitales que tenían la muerte de Fidel en sus ediciones, transcurrido poco desde su anuncio, dos son versión de diarios impresos: La Estrella de Panamá y La Prensa. El tercero, Noticias7Días, un nuevo medio informativo digital autóctono.

¿Por qué fue así? Los diarios de papel hubieran tenido que romper portadas tarde, o hacer una segunda e insertarla sobre la primera, para poder registrar el hecho histórico en sus ediciones, lo cual supone no solo tiempo e inconvenientes al tener que volver a la sala de redacción, sino también altos costos a un medio cuya rentabilidad y publicidad diaria es muy escasa. 
Podían hacerlo. SÍ. En 1997, cuando el Internet ganaba terreno en Panamá y surgía también el celular comercialmente, se dio un caso muy parecido. Fue el 31 de agosto de ese año, cuando la muerte de la princesa Diana, en un accidente en París, sorprendió a todos. El hecho ocurrió casi a la misma hora que la de Fidel en el caso horario de Panamá, y la mayoría de periódicos locales rompió portadas para desplegarlo al día siguiente como se puede verificar en las hemerotecas.

La realidad de hoy
Ahora hay otra realidad. Las web informativas, por el avance tecnológico, permiten a los editores y periodistas actualizar el contenido desde sus propias casas, o el lugar de los hechos, usando inclusive solo un celular, acostado en la cama –mientras se miran los despachos internacionales al minuto–, o parado en la calle observando lo que pasa.


Entonces, no hay duda, vale la pena registrar este histórico “viernes negro”, cuando los periódicos volvieron a tener cara de 'anteayer'. Y a la vez preguntarnos: ¿El tiempo y la tecnología ha dejado atrás el diario de papel? Murió Fidel y con él hay que declarar muerta nuestra prensa escrita? Este es el gran debate del periodismo moderno mundial…  

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El decadente reinado de papel

Quienes conocen de historia panameña lo saben. Hubo un tiempo en que la población esperaba con ansias la salida del periódico para enterarse de lo último, lo más importante. Por ejemplo, cuando se lee los inicios de La Estrella de Panamá (1849  The Panama Star – 1853 en castellano), es claro que desde antes del surgimiento de sus ediciones, las publicaciones existentes se imprimían de tiempo en tiempo. 

Es decir, si algo hay que darle crédito a la competencia del Star con su rival The Herald, fue la decisión de salir diariamente (1852  – Panama Daily Star), para ser los primeros en divulgar los hechos importantes.

Sin embargo, enterarse de lo que ocurría en otros países, en medio de acontecimientos como la fiebre del oro de California en Estados Unidos, seguiría siendo objeto de cálculos y esperas, durante mucho tiempo. Los pueblerinos debían esperar a que lleguase a puerto panameño algún vapor de pasajeros proveniente de aquellos lugares, en el cual alguien traería al menos un periódico de esos sitios lejanos.

La historia de la prensa escrita cuenta que los impresos con sus noticias reinaron durante largas épocas, y fue durante el centenio siguiente (1900), cuando le aparecieron dos duros competidores: la radio y la televisión, ambos medios de comunicación social con naturalezas muy distintas al papel, sonido instantáneo e imágenes en movimiento real. Incluso, los eruditos vaticinaron la extinción de los diarios. 

Pero la prensa escrita supo reinventarse, fortaleciendo sus contenidos más allá de la simple noticia y sacando provecho a sus ventajas; entre ellas, el despliegue de espacios tangibles  –no fugaz como sus rivales auidovisuales–, la creatividad a través de nuevos géneros periodísticos, y, sobre todo, la profundización de los hechos importantes para registrar la historia.


Evidentemente, si el avance tecnológico fue enemigo por un lado, por el otro también ha sido un gran aliado para la prensa de papel, logrando reducir el proceso de imprisión en más de un 50% después del mecanismo de Gutenberg. 

Sin embargo, tras la muerte de Fidel Castro, y la ausencia de este hecho histórico en las portadas del día posterior (Sábado 26 de noviembre de 2016), parece que es momento de dejar la piel vieja y la tinta, para seguir en la digital inalámbrica nueva. 

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