viernes, 10 de abril de 2020

El amor en tiempos de... la pandemia


No, esta vez no es el título de la magistral novela de Gabo, ni tampoco se trata del realismo fantástico que tanto nos gusta y sorprende.
Esta vez es la realidad, la propia y la mundial.
En medio de la Pandemia y de esta Semana Santa,
todos nos encerramos, más que entre paredes, en los confines de nuestras consciencias...
Ya sea obligados por la cuarentena extrema o no, además de los convalecientes, algunos con amor, poco o mucho; algunos con recelos ocultos... otros con hambre,  otros con provisiones, algunos con despensas rebosantes; pero al final, ojalá sea así, todos con una pregunta que redunda en nuestras consciencias: ¿Cambiará el mundo (es decir, tú, yo, todos) ante la lección (maldición, revelación o advertencia) que vivimos?
Está pregunta nos debe llevar a una más directa: ¿Cómo cambiar el mundo? Y la respuesta está en nuestras consciencias, y en nuestras manos, tal como el Covid19 nos está demostrando al no haber una vacuna médica contra él, aparte de nosotros mismos.
Entonces es fácil cambiar el mundo, desde adentro de cada uno(a):
-Si mientes, deja de mentir. La mentira no solo es la madre de las injusticias, sino que destruye la consciencia incluso en contra de propia sangre, porque a la vez es padre de la envidia y el odio.
-Si tienes mucho, da a los que necesitan; la recompensa más grande y valiosa la sentirás en tu corazón y tu consciencia. ES MEJOR SER RECORDADO por haber grabado tu bondad en muchos corazones que por haberte hecho una estatua de bronce tan dura como la avaricia.
-Si eres débil ante la corrupción, deja de caer ante el brillo del dinero y hazte poderoso con la luz de la honestidad; no olvides que entre más corruptos haya, lo que robes también te será despojado a ti y a los tuyos. Nadie se lleva nada.
-Si eres parte del juegavivo y por otro lado clamas por justicia y derechos, ¡cambia ya!, esa es la única solución. Recuerda que esta manía está en todos lados como un virus que te afectará a ti y a los tuyos por encima de la justo.
-La información circula más rápido, es instantánea, ¿la manejamos con inteligencia y responsabilidad? Un error puede hacer mucho daño. No promulgues noticias falsas, ni en las redes sociales ni en los medios ni en tu entorno. Tampoco busques pleitos en los foros, ni denigres a otros porque son distintos o porque tienen algo que tú no pudiste logtar. Sobre todo, da siempre la razón a sí no la tengan... eso te enaltece y la verdad saldrá adelante.
-Pide perdón a quien ofendes, o simplemente busca la forma de reconciliarte, alguien lo hará contigo, y aunque otro no lo haga tendrás abundante paz.
-No hables mal del compañero porque es más talentoso, aprende de este(a); no despidas al subalterno porque sientes que puede superarte, supérate y súmalo, sé líder; así te apoyarán con entusiasmo y te defenderán ante la traición.
EN FIN
-Sé buen hijo o hija, hermano o hermana, primo o prima, padre o madre... amigo-amiga, novio-novia, esposo-esposa, ex-esposo-esposa. La familia es el mayor tesoro y recompensa para el alma, aún en el más...

-Sé buen vecino o vecina solidario(a), servidor público "servidor dedicado, no servido"; abogado o juez de la verdad; profesor altruista y maestro, estudiante (estudia antes), taxista amable y justo, billetero no agiotista, vendedor sincero, policía protector y servidor, enfermera alegre, médico salvador, creyente sin fanatismos, ingeniero-albañil-carpintero-ayudante responsable, barbero consejero, peluquera conciliadora... cualquier cosa que hagas, da lo mejor siempre...
Sobre todo si eres empresario, sé conforme... Si eres líder religioso, no tomes la Palabra para ti, sino para dar todo a quienes aun no tienen nada, quizá ni siquiera fe, pero guardan esperanza.
 Y si eres gobernante, recuerda que te fue dado un gran poder, y que un gran poder conlleva grandes retos y responsabilidades... puedes romper la cadena... las cadenas... con solo hacer lo correcto  y siempre en busca del bien común... el bienestar de las mayorías.
-Finalmente, cuida y respeta la naturaleza, nadie puede negar que somos parte de ella y de su equilibrio universal.

Acrílico: Laggon19 (2019).