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miércoles, 29 de mayo de 2019

La publicidad cae en las redes del 'me gusta' y deja a los viejos... medios

Cuando era estudiante de bachillerato tuve un profesor consejero que siempre nos decía en clases que la repetición de las palabras es un arma poderosa, que por ejemplo, si un hombre le dice cuántas veces sea posible a una mujer que "la quiere", aunque ella no le crea y no guste de él por muy feo, ella terminaría cayendo enamorada.
Ese mismo año lo corroboré y al tiempo entendí que la publicidad, tanto como la música, se valen de esa poderosa técnica: la repetición, incluso de la historia.
Aunque este artículo no aborda sobre las técnicas de la publicidad y su madre la propaganda (política e ideológica), vale la analogía debido a que también estas, publicidad y propaganda, en sí podría decirse que se enamoran y repiten la misma historia una y otra vez.
Para no repetir usaré publicidad para referir ambas, y me centraré en cómo desde hace siglos ha venido cambiándose de medio a medio hasta nuestros días.

Los diarios están más afectados en la división del pastel publicitario. Cae las ventas diarias. Foto: laggon19

Esto porque hace algún tiempo la publicidad ha caído en las redes sociales y se ha ido agarrada de manos a darle su gran pastel, casi toda su dulce ganancia. Le ha dado así la espalda casi por completo a su relación con los viejos medios de comunicación social. Más aportar cifras que sabemos son millonarias la pregunta es: ¿se quedará quieta?, no lo creo, su estilo es siempre cambiante y nada de esto es su culpa. Es su naturaleza.
Nada más daré una cifra como idea de la magnitud millonaria: solo la red Facebook factura en concepto de publicidad anual unos $40 mil millones provenientes de casi todo el mundo porque la competencia ahora es global. Imagine Google que duplica ese monto y las demás redes populares.
Vale precisar entonces que las ganancias de las redes es lo mismo que se disputaban hace mucho los medios masivos: prensa escrita, radioemisoras, canales de TV, servicios cableTV, cine e inclusive agencias publicitarias. Era en cambio una competencia aislada en cada nación.
Esta competencia no tan amorosa tiene siglos de historia y debemos recordarla ante la crisis de los viejos medios.
Los periódicos (sucesores de los antiguos pregoneros o voceros de hechos importantes) aparecieron en América con mayor perodicidad a principio del siglo XIX, ya fuese trimestral, mesual, quincenal, semanal y después diario. Estos medios de papel dieron a la publicidad el campo fértil: un mercado numeroso y publicaciones frecuentes, donde esta se fortaleció hasta nuestros días.
Durante muchos años años los periódicos de papel reinaron solitarios para la publicidad, incluso para la
propaganda política e ideológica.
No obstante, para 1920 surgieron las primeras transmisiones de radioemisoras y empezó a partirse el pastel de los anuncios en todos los países, si bien siguió creciendo.
En 1927 en Inglaterra y durante 1930 en Estados Unidos nacen las emisiones públicas de televisión. Posteriormente lo hace el cine y la TVcable que proliferaron y hoy día insertan mucha publicidad.
Tiempo después, a mediados de los 90, se dio alcance público a otro poderoso medio con amplitud global: Internet, el cual trajo consigo otra gran batalla por las ganancias publicitarias. El poder mediático estaba de pronto en manos del público, empresas y entidades al crear fácil sus propios sitios digitales. Al mismo tiempo, junto al Internet comercial, los usuarios adquirían teléfonos celulares 1G, cuyo antecesor, el beeperhabía abonado el terreno dando grandes ganancias a sus proveedores. Tardaría poco en tener conexión Internet para los usuarios.
En 1997 aparece el prototipo de red social Six Degrees y con el perfeccionamiento de la web 2.0 surgieron los conocidos blogs independientes (los primeros influencer digitales). El pastel de la publicidad tomaría rumbo y el impacto sería mundial.
Más redes sociales nacieron en los primeros años del nuevo milenio, se fortalecieron y atraparon sin uso de la fuerza el mundo.
Es en este punto donde la publicidad de los primeros medios: prensa escrita, radioemisoras, canales de televisión, principalmente, perdieron la porción grande del pastel publicitario; si el público está en las redes, y adicional en Google, las empresas e instituciones que pagan por los anuncios por lógica debían sincronizarse y lo así hicieron. De paso, la competencia por anuncios dejó de ser local o nacional, pasó a ser global.

Diarios en Panamá sufren la peor de las crisis de rentabilidad.

Por eso en Panamá y muchos países no solo los diarios y las radioemisoras sufren cada vez más de menos anunciantes y altos gastos de producción, algo que hace rato enfrentaban entre ellos y contra la televisión; y más actual, ahora hasta los canales de TV sufren la falta de anunciantes y de televidentes como pasa con los lectores de periódicos en extinción y los escasos oyentes de radioemisoras, volcados a las redes. Los canales de TV locales han tenido que promocionar estudios de "efectividad" con datos sobre supuesto aumento de la audiencia y de las horas que las personas ven la TV, para tratar de atraer anunciantes...
Y cabe indicar que aun habiendo trasladado estos medios convencionales su presencia al Internet, con versiones digitales propias, las redes sociales acapararon el grueso de los anunciantes.¿Por qué?
Porque poquitos usuarios entran a una web informativa a leer noticias, y porque sortean descargarse las app de estos por diferentes razones. Navegar una web puede ser incómodo y complicado, toma tiempo, algo así como sentarse exclusivo a leer el periódico de papel y doblarlo o deshijarlo... entretanto, las nuevas generaciones saben que en las redes hallan a un clic lo que quieren con los hashtag (#)... Si vemos las calles y hasta las oficinas u hogares ya casi no hay personas con periódicos bajo el brazo; ni siquiera los periquitos enjaulados los usan para leer y pasar el tiempo.
Para enfrentar lo anterior, los informativos web de los medios viejos saturan las redes pegándoles sus URL publicados, aunque son pocos usuarios los que pinchan algún título si no les interesa. Ante tal desconcierto los medios convencionales, reyes destronados de las mieles de los anuncios, hoy pagan publicidad a las redes sociales para promocionar lo que ellos publican y así dar algún tráfico a sus sitios. Ironías de la vida, ¿o no?
En definitiva, la publicidad siempre se quedará con el que está de moda, con lo más nuevo y ahora ya está repitiendo la historia: de las redes está saltando a las manos de los llamados influencer. Con ellos quieren bailar sus millones.  ¿Qué tal? Pero esta parte de la novela la abordaremos en la próxima entrega: Instagram planea chasquido de corazones tras, ¿malas infliencias?, hay millone$ que salvar




jueves, 5 de enero de 2017

El temple de 'Nino' Chiari frente a Estados Unidos


Cuando Lyndon Baines Johnson, el presidente 36 de Estados Unidos, escuchó sobre la acción de los estudiantes zoneitas en Balboa, Panamá, se dio cuenta enseguida que tendrían problemas. Así lo escribiría varios años después en sus memorias.

Durante la tarde y la noche del lunes 9 de enero de 1964, las confrontaciones entre panameños que exigían respeto a la soberanía nacional y soldados estadounidenses ultrajando este derecho, habían llegado a su punto más álgido en la capital canalera, específicamente en la llamada zona ocupada por Estados Unidos. Los estudiantes y empleados federales desobedecieron la orden presidencial gringa de que se izara la bandera panameña en la franja canalera, desatando la violencia.

El 10 de enero los disturbios no daban tregua. Se contaban entre 8 y 10 los panameños muertos y más de 200 heridos en ese momento.

Bajo alta tensión, en su oficina presidencial, Johnson reunió a sus hombres de mayor confianza, asesores y diplomáticos. Panamá se convirtió en su primera crisis internacional. Uno a uno, desde las 10:10 a.m., llegaron al salón del gabinete: el secretario de Estado Dean Rusk, el secretario de Defensa Robert McNamara, quien desde 1961 a 1968 afrontó la crisis de los misiles, impulsó el rearme de Estados Unidos y comandó la guerra de Vietnam; además del secretario para Asuntos Latinoamericanos Thomas C. Mann, entre otros.

En Panamá, desde el Palacio de Las Garzas, el entonces presidente Roberto F. Chiari ya había apretado el botón del teletipo (antecesor del fax y el correo electrónico) comunicando a la Casa Blanca el retiro de la misión diplomática nacional en Washington, lo cual rompía formalmente las relaciones con Estados Unidos.

A las 11:40 a.m. de aquel martes 10 de enero, Johnson tomó la iniciativa de llamar a Chiari. Así consta en el registro de su agenda de trabajo, la cual lo identificaba aún como vicepresidente de Estados Unidos, a pesar de haber asumido la presidencia tras el asesinato de John F. Kennedy, ocurrido en Dallas, el 22 de noviembre de 1963, mientras saludaba a sus seguidores desde su auto.

L.B. Johnson debía buscar un punto común para iniciar el proceso de reconciliación con el pueblo panameño, representado por Chiari. Debía hacer el contacto a través de un intérprete bilingüe como establece el protocolo diplomático. Lo que no sabía era que, lejos de llenarse de intimidación, ‘Nino’ Chiari demostraría su temple como presidente y negociador, exigiendo desde el primer momento no solo encontrar una solución al conflicto coyuntural, sino lograr de una vez por todas acabar con el origen ‘de las causas del conflicto’. Es decir, negociar un nuevo tratado que borrara la perpetuidad de Estados Unidos en la Zona del Canal, pactada el 18 de noviembre de 1903, con el Tratado Hay-Bunau Varilla.

Estas son las conversaciones telefónicas confidenciales entre Chiari (Ch) y Johnson (J). La primera durante la mañana del 10 de enero de 1964, el día siguiente de aquel 9 de enero negro para los panameños; y la segunda, el 3 de abril de ese mismo año.

10 DE ENERO DE 1964

J (Johnson en la voz del intérprete: I): ¡Aló señor presidente!

Ch (Chiari): ¡Diga señor!

J: Señor presidente, quería expresar a usted que profundamente lamentamos la situación de violencia que ha ocurrido ahí.

Ch: ¡Sí señor!

J: Apreciamos inmensamente su apelación para el pueblo panameño para que se quede calmo. Reconocemos que tanto usted como yo debemos hacer todo para mantener la paz y que tenemos la seguridad que usted lo está haciendo y yo haré lo mismo. Tanto usted como yo, señor presidente, debemos reconocer la posibilidad de que hay elementos que son enemigos tanto de ustedes como de nosotros que tal vez...

Ch: Sí señor.

J: ...quieren explotar esta situación.

Ch: ¡Sí señor!

J: Inmediatamente voy a enviar a Panamá, señor presidente, a mi asistente de toda confianza, el secretario Thomas Mann, y otros auxiliares de alta categoría ya aquí llegados a la Casa Blanca para que puedan averiguar todos los hechos y ayudar y cooperar con usted. Yo creo que es importante mantener un contacto íntimo entre nosotros dos y estoy dispuesto a hacerlo. Ojalá que usted vea al señor secretario Mann y canjea su gestión y que tenga señor presidente para mejorar esta situación.

Ch: ¡Bueno! ¿Me permite usted un momento?
I: Do you allow… a moment?

Ch: ¡Aló! ¡Aló!

I: (Confusión de voces en inglés ...) please... a moment.

Ch: ¡Aló! ¡Aló!

I: ¡Sí señor!

Ch: ¡Aló!

I: ¡Sí señor!

Ch: ¿Me permite usted un momento? ¡Aló! ¿Ustedes me escuchan, ¡ah!?
I: ¡Sí señor!

Ch: ¿Están escuchando? ¿El presidente Johnson está escuchando?

I: Sí señor, el presidente Johnson está escuchando.

Ch: Lo que le voy a decir a él es lo que yo pienso decirle al señor Thomas Mann cuando venga acá posiblemente esta noche o si no mañana...

I: (Traducción al inglés).

Ch: ...Para ir a una revisión integral de los tratados que rigen las relaciones de Estados Unidos con Panamá porque lo que tenemos hasta ahora no es más que una fuerte insatisfacción y de situaciones tan lamentables… (Se escucha al fondo, muy baja, la voz de Johnson fuera de conversación).




'Esperamos una acción rápida y justa': Chiari

La mañana del 10 de enero de 1964, con las relaciones diplomáticas entre Panamá y Estados Unidos rotas, debido a los sucesos sangrientos ocurridos desde el día anterior, la línea de contacto entre el Palacio de Las Garzas y la Casa Blanca marcaba alta tensión.

Luego de que el presidente de Estados Unidos, Lyndon Johnson, iniciara la llamada telefónica de conexión y esbozara con palabras tácticas su interés en lograr una reconciliación con el pueblo panameño, el presiente Roberto F. Chiari, quien lo había escuchado sin interrupción, lo interpeló con una tenacidad única. Y única no solo porque en ningún momento le tembló la voz al plantear la exigencia de solucionar desde la raíz el conflicto -la perpetuidad dada a Estados Unidos en la Zona del Canal por el tratado Hay-Bunau Varilla-, sino también porque cada frase la fue hilvanando con tal sutileza para que Johnson lo escuchara como si le dijera un poema, eso sí, un poema lleno de razones claras de una nación ultrajada, en la voz categórica de su presidente. Incluso, Chiari (Ch) tomó la precaución de preguntar al intérprete (I) si Johnson (J) lo estaba escuchando bien para asegurarse de que sus palabras golpearan su tímpano y se le grabaran bien claras en el cerebro.

ORIGEN DEL CONFLICTO
J (I): Vamos a tener que averiguar, señor presidente, todos los hechos que provocaron esta violencia y es el motivo porque va a ir el señor Mann para que pueda recoger todos los hechos y para que pueda después formular a mí sus recomendaciones.
Ch: Eso está bien. (Le cortó) Pero recuérdele al presidente Johnson que desde el año 1961 yo estuve en Washington para hablar con el presidente Kennedy y que durante ese tiempo hasta la fecha no se ha hecho prácticamente nada, absolutamente nada, para tratar de resolver esta situación que cada día ha venido deteriorándose al extremo que tenemos ocho o diez muertos y más de 200 heridos en los hospitales.

I: Un momento, señor presidente. (Pidió el intérprete para que continuara Johnson en inglés). Nosotros, señor presidente, no podemos justificar de forma alguna la violencia y debemos mirar para el frente y no para atrás. Por eso es que va a ir el señor secretario Mann ahí, para la continuación de las conversaciones que Panamá tuvo con el presidente (Dwight) Eisenhower en el 60 y con el presidente Kennedy en el 61, para ver averiguar exactamente lo que podemos hacer para resolver esta situación. Porque tenemos aquí problemas también iguales en los Estados Unidos. Tenemos que averiguar los hechos para poder llegar a soluciones. La violencia nunca es una forma para solucionar problemas de clase alguna y tengo la seguridad que usted, señor presidente, y el señor secretario Mann podrán llegar a un acuerdo de comparar, intercambiar ideas para que podamos solucionar estos problemas.

Ch: No, yo... estamos de acuerdo, la violencia no conduce a nada, pero también la intransigencia para atender estos problemas como ha ocurrido últimamente. Llevamos más de dos años y no se ha logrado nada. Es lo que ha motivado más o menos una situación como esta...

I: Un momento por favor. (Traduce a inglés).
Ch: . ..Si él se diera cuenta que aquí lo que conduce, como hombres prácticos y responsables, él ante su país y yo ante el mío, para actuar rápidamente con sentido de la realidad, con sentido de la realidad.

I: El presidente Johnson dijo, señor presidente, que sus auxiliares de mayor confianza estarán en avión dentro de treinta minutos camino de Panamá...

Ch: ¿A qué hora estarán en Panamá?

I: ...y que él confía que usted mantendrá el orden en Panamá como él lo mantendrá acá. ¿Qué usted preguntó, señor presidente?

Ch: ¿A qué hora pueden llegar a Panamá ellos?

I: Un momento, señor presidente.

I: Ellos avisarán, pero el presidente dijo aproximadamente unas cinco horas después de salir.

Ch: ¿Cómo dijo?

I: Aproximadamente cinco horas después de salir a Panamá.

Ch: ¿Como dentro de un par de horas?

I: Aproximadamente siete de la noche, tal vez, siete de la tarde.

Ch: ¿Siete de la noche?

I: ¡Sí, señor!

Ch: Bueno, está muy bien. Dígale que muchas gracias, que yo le agradezco su cooperación. Seguimos hablando sobre el asunto.

(Se excusa Johnson) I: El presidente Johnson desea declarar que no puede ir más rápido que eso, je, je, je (ríe apenado el intérprete).

Ch: Bueno, dígale que está bien, dígale que está bien...

I: Tenemos serios problemas aquí, como ustedes tienen ahí. Como el señor presidente reconoce y esos problemas van a exigir, la voluntad, la buena fe y la sabiduría de tanto ustedes como nosotros para llegar a una solución.

Ch: ¡Cómo no! Pero dígale al presidente Johnson que una de las cosas que yo admiro de él es que él es un hombre de acción y de pocas palabras. Nosotros esperamos que en esta ocasión va haber una acción pronta, rápida y justa para estos problemas.

J: Thank you very much. Goodbye!

3 DE ABRIL DE 1964
Después de casi tres meses de la agresión armada, los diplomáticos de ambos países acordaron comenzar a negociar. Johnson contactó nuevamente a Chiari por teléfono:

J: Hello!
Ch: ¡Aló!

Johnson, a través de su intérprete I: Señor presidente, aquí habla Lyndon Johnson. Yo quería expresar nuestra gran satisfacción al acuerdo que hemos llegado.

Ch: ¡Cómo no!, dígale que está bien. Que le doy las gracias y que a mí también me complace que ambos países hayan encontrado el entendimiento necesario para reanudar las relaciones diplomáticas e iniciar gestiones para eliminar las causas del conflicto que nos viene separando desde hace un tiempo.

I: Sí, señor presidente. Agradecemos inmensamente que usted haya cooperado con nosotros y hoy día el hombre más fuerte, más capaz que yo conozco para esta función, el ex secretario de Hacienda, señor Robert Anderson.

Ch: ¿Robert Anderson?
I: ¡Sí, señor!

Ch: ¿Lo ha nombrado como embajador especial o como embajador diplomático?

I: Ha sido nombrado como embajador especial para las negociaciones. Ha servido como secretario de Hacienda bajo el presidente Eisenhower, y es un caballero que goza de toda mi confianza.

Ch: ¡Cómo no! Dígale que está bien, muchas gracias. Yo me alegro mucho. Yo también procuraré escoger una persona capaz de llevar adelante estas gestiones. Nosotros anunciaremos en el transcurso de mañana quién va a ser el embajador de Panamá allá en Washington.

J: Thank you very much. I: Agradecemos inmensamente, señor presidente, y aunque no sepamos el nombramiento del embajador panameño deseo declarar que el señor Anderson es un abogado de primera clase, es un profesor de derecho y que su misión será llegar a un acuerdo que sea justo para los dos países.

Ch: Está bien. Dígale que muchas gracias y que también espero que así sea. Si hay la suficiente voluntad entre los países podemos encontrar la solución a todas las diferencias que han habido y en el futuro ambos pueblos van a mantener relaciones amistosas y sinceras, ya que tenemos comunes intereses en la vía interoceánica...




Tratados Torrijos-Carter: retiro de los estadounidenses

Tras meses de conversaciones por parte de ambos gobiernos, incluyendo gestiones y sesiones de la OEA, las negociaciones para la solución ‘de las causas del conflicto’ resultaron en lo que sería conocido como el tratado ‘3 en 1’, el cual  nuestra Asamblea Legislativa no ratificó en aquel momento, pero posterior al golpe de Estado de 1968, con base en este mismo tratado, se reanudó la negociación que culminó con los tratados Torrijos-Carter en 1977, gracias a los esfuerzos históricos emprendidos por el general Omar Torrijos Herrera y su equipo de negociadores, con el cual se programó el retiro de los estadounidenses de la zona del Canal hasta el 31 de diciembre de 1999. Sin embargo, y a pesar de que Panamá recuperó su soberanía en toda la geografía, Estados Unidos mantiene la cláusula De Concini, no negociada, que le permite intervenir el Canal si lo estima necesario.




Roberto Francisco Chiari Remón (1905-1981) 
Dos periodos presidenciales 
Presidente de Panamá en noviembre de 1949, y del 1 de octubre de 1960 al 1 de octubre de 1964. Fue hijo del también presidente panameño Rodolfo Chiari. Estudió en el Colegio La Salle, bachiller y perito mercantil. En 1940 lo eligen diputado de la Asamblea Nacional y durante el gobierno de Ricardo Adolfo de la Guardia fue Ministro de Salubridad y Obras Públicas. El 20 de noviembre de 1949 se encargó de la Presidencia después de la renuncia de Daniel Chanis Pinzón, pero ocupó el cargo 4 días, tomó su sombrero y se fue para no aceptar un fallo que le permitía quedarse en el cargo.


Lyndon Baines Johnson (1908– 1973) 
Agresivos mandatos 
El presidente 36 de Estados Unidos. Luego del asesinato de John F. Kennedy, Johnson asumió el cargo dentro del Air Force One, el cual transportaba desde Dallas los restos del mandatario. A Johnson se le recuerda por firmar la ley de derechos civiles contra la discriminación racial en sitios públicos y negocios. Fue elegido para el siguiente periodo en 1964, logrando el 61,1% de los votos. Lanzó la ley de derecho al voto afroamericano en 1965 y derribó la discriminación contra la inmigración. A su vez, mantuvo un intervencionismo agresivo con la invasión de Santo Domingo y la guerra de Vietnam donde Estados Unido resultó derrotado. Después de ese duro golpe, declinó ir a la reelección en 1968.

Revelaciones Publicadas el  9  y 10 de enero de 2012/ Diario La Estrella de Panamá



martes, 20 de diciembre de 2016

Que nunca muera la historia, ¡y la verdad en América!


Desde el inicio de los tiempos la verdad ha tenido y tendrá muchos enemigos, pero la historia siempre ha sido su amiga en el tiempo. De ocurrir el cierre definitivo de los diarios panameños La Estrella de Panamá y El Siglo, a causa del bloqueo impuesto por la política internacional de Estados Unidos, a través de la ya conocida “Lista Clinton”, quedarían cinceladas muchas verdades en la roca de la historia.

Sería un hecho inaudito, por no escribir atroz. Y podría decirse en el futuro inmediato que el acontecimiento marca el inicio del destripamiento de la Democracia por parte de quienes siempre se han pregonado como sus mayores promotores y defensores.

Y como toda historia tiene sus villanos, quedarán como responsables de semejante atrocidad el propio presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama II, el secretario de Estado, John Kerry, y el cuerpo diplomático acreditado en Panamá.

Resulta imposible no mencionar que serían igualmente responsables al menos dos panameños: nuestro presidente Juan Carlos Varela, y la vicepresidente y canciller, Isabel Saint Malo de Alvarado; no solo por el cierre de los diarios y el golpe que se da a la libertad de prensa, sino porque con ello se clavaría un doble banderillazo a la Soberanía nacional, algo que ya creíamos haber dejado atrás en la historia, mas no olvidado.

¿Quién lo diría? Después de casi 168 años y de registrar innumerables historias, La Estrella de Panamá, el diario más antiguo del Istmo y el tercero más viejo de la región latinoamericana, cuyo inicio fue idea de los estadounidenses J.B. Bidleman, S.K. Donaire y J.F. Bachman terminaría enterrado por las manos del primer presidente negro de Estados Unidos, una nación donde hubo que sufrir tantas luchas y muertes por la libertad y los derechos de igualdad para que este “sueño” se cumpliera.

Y qué decir de El Siglo, un tabloide con más de tres décadas cumplidas, cuyo inicio germinó precisamente con el objetivo de luchar por la libertad y los derechos de los panameños en los días de la dictadura de Manuel Antonio Noriega, lo cual le valió entonces el cierre hasta que volvió la Democracia. ¿Ironías?

Ciertamente estamos a tiempo. Hago por tanto un llamado a todos los periodistas, medios de comunicación, centros y fundaciones de periodismo del continente americano, incluso, de Europa, África, Asia, y cualquier parte del mundo, a pronunciarse en contra del cierre de estos dos diarios panameños. Por la verdad, la historia y la real Democracia. Para que no pase como pasó a Santiago Nasar -y tengamos después que recoger nosotros mismos nuestras entrañas como un racimo que se escapa entre las manos-, a quien todos en su pueblo sabían que lo buscaban para asesinarlo, pero nadie hizo algo a tiempo para salvarlo.


¿Puede cambiarse la historia del jueves 5 de enero de 2017? Sí. Ahora es el momento. 
Y puede dejarse a
Histórica Linotipia usada por
La Estrella de Panamá. Foto: Laggon19


un lado también la villanía. Quienes tienen el poder de deshacer este precedente funesto, pueden cambiar el final, para que no se rescriba otra “Crónica de una muerte anunciada”. No se trata de aplazar ni dilatar la agonía, lo que cabe es corregir definitivamente. Estamos a tiempo, es el momento de la verdad.







Redacción de La Estrella (2013). Foto: Laggon19


martes, 29 de noviembre de 2016

Periódicos de anteayer: el histórico viernes negro

¿Y en Cuba no pasó nada? Hay que registrarlo para la historia

La víspera del nuevo milenio, latente ahora, trajo otro rival feroz a los diarios impresos, el Internet, y de paso la comunicación móvil a partir del teléfono celular. Vivimos la era de la información digital-inalámbrica, donde las personas no tienen que ir a comprar el diario, ni sintonizar noticias, sino que ellas llegan instantáneamente a nuestros bolsillos, a los carterones de mujeres, principalmente mediante las redes sociales que conectan a miles de millones de usuarios en el mundo.

“Fidel Castro ha muerto a los 90 años”

Un comunicado leído en un video de la TV cubana por su hermano y actual presidente de la isla, Raúl Castro, se convirtió rápidamente en la noticia mundial después de las once de la noche del 25 de noviembre de 2016, Día de Acción de Gracias en EEUU. Las cadenas de televisión internacional CNN y BBC se activaron en programación permanente confirmando el hecho y reportando episodios de la vida del líder revolucionario que desafió el sistema de Estados Unidos.

En Panamá, a eso de las doce medianoche la TV local permanecía dormida. No obstante, tres medios informativos digitales tenían ya en sus ediciones el deceso de Castro, cuyos avances habían inundado las redes sociales después de aquel comunicado.
 Al salir el sol del sábado 26 de noviembre de 2016, las portadas de los diarios nacionales repetían la realidad del “viernes negro”, conocida ya digitalmente por la mayoría, menos el suceso más importante ocurrido a las 10:29 p.m., por coincidencia, sin diferencia horaria con respecto a Panamá. El no tan sorpresivo fallecimiento de Fidel Castro destacó por su ausencia en las ediciones de los diarios panameños, mientras en todas partes se comentaba la muerte.

Y luego de al menos 30 horas del hecho, al salir el sol del domingo 27, día de descanso –para levantarse tarde y olvidar los tranques de rutina que agobian la población–, los diarios impresos de Panamá ocuparon sus portadas con títulos disimulados sobre Fidel Castro. Pero otra vez, aunque muchos rebuscaron qué publicar, para que no supiera a “información vieja”, fue difícil, por no decir nada, encontrar algo que no se hubiera dicho o publicado en los digitales, la TV y la radio.

Debo indicar que de los tres digitales que tenían la muerte de Fidel en sus ediciones, transcurrido poco desde su anuncio, dos son versión de diarios impresos: La Estrella de Panamá y La Prensa. El tercero, Noticias7Días, un nuevo medio informativo digital autóctono.

¿Por qué fue así? Los diarios de papel hubieran tenido que romper portadas tarde, o hacer una segunda e insertarla sobre la primera, para poder registrar el hecho histórico en sus ediciones, lo cual supone no solo tiempo e inconvenientes al tener que volver a la sala de redacción, sino también altos costos a un medio cuya rentabilidad y publicidad diaria es muy escasa. 
Podían hacerlo. SÍ. En 1997, cuando el Internet ganaba terreno en Panamá y surgía también el celular comercialmente, se dio un caso muy parecido. Fue el 31 de agosto de ese año, cuando la muerte de la princesa Diana, en un accidente en París, sorprendió a todos. El hecho ocurrió casi a la misma hora que la de Fidel en el caso horario de Panamá, y la mayoría de periódicos locales rompió portadas para desplegarlo al día siguiente como se puede verificar en las hemerotecas.

La realidad de hoy
Ahora hay otra realidad. Las web informativas, por el avance tecnológico, permiten a los editores y periodistas actualizar el contenido desde sus propias casas, o el lugar de los hechos, usando inclusive solo un celular, acostado en la cama –mientras se miran los despachos internacionales al minuto–, o parado en la calle observando lo que pasa.


Entonces, no hay duda, vale la pena registrar este histórico “viernes negro”, cuando los periódicos volvieron a tener cara de 'anteayer'. Y a la vez preguntarnos: ¿El tiempo y la tecnología ha dejado atrás el diario de papel? Murió Fidel y con él hay que declarar muerta nuestra prensa escrita? Este es el gran debate del periodismo moderno mundial…  

Tema relacionado: El decadente reinado de papel