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domingo, 14 de enero de 2018

Corrupción en Panamá: del lado oscuro al claro

Y tú, ¿cómo ves la corrupción en tu ventana? (Foto Laggon19).
Cuando la corrupción tiene bajo su dominio claro (ya no oscuro) a quienes se supone deben combatirla y desaparecerla, en un país como Panamá, con tanta riqueza y recursos, pero a su vez con una población de escasos 4 millones, la gran mayoría en pobreza declarada y/o disimulada  (por apariencias), urge hacerse preguntas sobre cómo somos hoy como panameños. Es decir, nuestra honestidad personal y grupal es la base para aspirar en poco tiempo a lograr que los recursos del Estado y dineros se manejen con transparencia absoluta por parte de los gobiernos. ¿Ponderamos la honestidad y por consiguiente la transparencia en todos los sentidos?
Esto es importante porque ahora todo está claro con lo demostrado actualmente tras  los "Panama Paper - Papeles de Panamá", y el escándalo Odebrecth, enderezados mediante acuerdos con la justicia; así como otros cuyos fallos judiciales dan a los culpables derecho a pagar o devolver millones de lo robado y embolsillarse el resto, e incluso fianzas para no ser encarcelados. 
Da tristeza, pero así solo se entiende que hoy "el crimen sí paga" porque los ladrones de cuello y corbata sí saben hacer "negocios corruptos" sin pena con los gobiernos.
De tal modo que ya no veo gobierno que ejerza poder para hacer que la justicia resucite, tampoco partidos políticos con ganas reales de que lo anterior se cumpla, ni sectores privados, civiles, religiosos que lideren una cruzada contra el mal y hasta muchos parecen estar "salpicados" con el virus de los sobornos... Mientras unos llaman a la coima donaciones, comisión, "mi parte", o hasta religiosamente ofrendas, el país se va al vacío y las protestas contra los corruptos, efectivas o no, poco les importa a los involucrados y a las autoridades porque primero es el DINERO.
En ese sentido, se vislumbra un torneo electoral en donde la  credibilidad jugará un papel crucial, pues hace falta en todos los niveles...

--Les comparto nuestro artículo de Opinión publicado en La Estrella de Panamá

"Ahora es hasta innecesario el lavado de cerebros político-mediático-empresarial, basta con inyectar a los ‘juegavivo en aumento' relajo, mucho show , coimas o regalos proselitistas, y desacreditar a los pocos pensantes con etiquetas de inadaptados"...

Aquí el artículo completo:
¿Hacía dónde vamos, Panamá? 

martes, 4 de agosto de 2015

Hablando de censura…

El proyecto de ley presentado para dignificar el ejercicio del Periodismo en Panamá genera el revuelo esperado. El debate en distintos círculos se torna tan candente que ya parece discusión entre fanáticos religiosos. Ahora los opositores a la ley aseguran que el documento sería un instrumento para la censura debido a las funciones de la junta técnica. En mi opinión, dependiendo de a quiénes se les otorgue esas funciones todo es posible, no obstante, no sería nada nuevo.

Por eso hay que sacar a flote varias realidades para enriquecer el debate, y el documento.

¿Quién cree que la censura no existe actualmente? La peor censura a los periodistas es la que aplican todos los días muchos dueños de medios y jefes sin ética cuando dicen: “no publiques nada de eso”, caso reciente, la huelga en una cervecería que duró semanas y todos sabemos porqué nada se publicó en la mayoría de medios masivos ¿o todos? Muchos otros casos y voces se quedan sin espacio igualmente. De hecho, ellos —los medios— igualmente deciden sin reglamento laboral si contratan a un profesional graduado, a un estudiante de escaso un año universitario o a tantos usurpadores que amparan sus intereses políticos y particulares —el cuento de “por el país” es eso—. En éstos últimos está la razón real del proyecto.
¡Ah! También deciden los salarios tipo “lo tomas o lo dejas, o busco otro sin problemas”. Con el tiempo, si ya no les conviene o llega un jefe nuevo, decidirán la manera como lo despiden, casi siempre después que el colega ha soportado las artimañas laborales aplicadas para hacerlo renunciar.
Entiendo la preocupación de los caricaturistas, como eso, caricaturistas, nunca escucho que son periodistas. Es un talento nato muy distinto que añadió la prensa escrita para hacer opinión gráfica jocosa, la cual solo surge del artista o una idea editorial. Considero entonces que los gremios proponentes pueden incluirlos como excepción del proyecto.

ORDENAR Y TENER DERECHOS
Pero hay otras variantes vinculadas que deben desgranarse: fotógrafos-camarógrafos… En Panamá conozco pocos fotógrafos que además hagan sus notas periodísticas, a diferencia del exterior donde sé que hay y hasta llegan a ser docentes universitarios por su preparación.
Sin embargo, en televisión, además de los usurpadores de cuello político, se dan casos de camarógrafos que por falta de reporteros un día el medio los eleva a la pantalla, especialmente los de cámaras callejeras. Esta es otra razón por la cual todas las profesiones requieren regulaciones, incluso para que cada persona pueda defender sus derechos y cumplir deberes.
Buen ejemplo nos da la medicina, con tantas especialidades el médico es médico, la enfermera, enfermera… No quiero decir con ello que me opongo a la superación personal-profesional, por el contrario, la aplaudo, solo que el medio debe promulgar a sus talentos la superación real (no solo seminarios) mediante las universidades. Si la excusa es la falta de tiempo, significa probablemente que esa persona está vulnerada en sus derechos laborales con jornadas extendidas fuera de las normas. O el peor de los casos, debe tener dos-tres empleos para sobrevivir.

Que el documento puede tener generalidades y elementos confusos es cierto, debe debatirse y mejorarse, por su buen sentido, por el bien de la profesión, el bien común de las mayorías y, como no, por la libertad de expresión de los periodistas. Mas no considero que deba ser eliminado como algunos quieren.

CONTRADICCIONES
Respeto los criterios, pero leo posturas tan denigrantes a la profesión como estas: “cualquiera que sepa escribir o hablar puede ser periodista”; “no es necesario ir a una Universidad porque cualquiera puede hacerlo”; y como siempre, que es un “atentado contra la libertad de expresión” —esa misma que fue negada a los huelguistas de la Cervecera y que el poder de las redes sociales denunció—.

Veamos, hace poco la prensa nacional le cayó encima a un falso médico político ocupando un alto cargo público. También ha pasado con jueces portadores de títulos brujos. Criticamos a los "ninis" y los mandamos a estudiar, luego decimos que para el periodismo no hay que prepararse ni lograr diplomas que a muchos le costó sacrificios. Qué le dirán los graduados a sus hijos, “estudié por gusto”.

Leo a diario quejas de la audiencia por fallas en los medios, incluso de periodistas de medios por la usurpación descarada de la profesión, aquellos que de pronto tienen cintillos de periodistas, pero se dedican a la política y otras profesiones. Ni siquiera pueden ampararse en el talento, ni el empirismo porque esa época tuvo sus buenas décadas.


Mientras hay quienes cómodamente denigran la preparación académica superior, como si la profesión debiera depender de “cualquiera”, para abaratar salarios y manipularla, no es casualidad que gran cantidad de jóvenes sigan entrando a los salones universitarios por un mejor futuro y por un Panamá justo sin corrupción. Muchos lo hacen en Comunicación Social. ¿No tienen derecho a ganar salarios dignos y ser respetados por sus esfuerzos? ¿O debemos continuar la era de los periodistas mal pagados? ¿No es esa la más cruel de las censuras?


lunes, 3 de agosto de 2015

Incendio con lacrimógenas -2008, antecedente clave en caso de menores quemados


Dos años y siete meses antes del infierno en la celda 6 del Centro de Cumplimiento de Tocumen, donde murieron quemados cinco menores y dos lograron sobrevivir tras días hospitalizados, se registró otro incendio inusual y, casi trágico.


Ocurrió en el edificio Las Gemelas, contiguo al Instituto Nacional. Apenas quedó envuelto en humo dentro de los apartamentos el pánico se apoderó de los inquilinos.


En las calles, detonaciones de bombas lacrimógenas arremetían contra una lluvia de piedras y palos lanzados por estudiantes en estampida.Empujadas por la confusión y el ahogo, en la azotea unas mujeres huían con bebés en los brazos, varios niños corrían detrás solos, igual que ancianos y algunos hombres. Cruzaban a la azotea de otro inmueble gracias a la estrechura urbana. Entre las escenas un osado padre abrió lo que pudo sus piernas para puentear la brecha y tomó a su nene estirado por la madre para ponerlo a salvo; la mujer se arriesgó a brincar sin ayuda. Ninguno sabía que una niña estaba atrapada. Otras personas salieron despavoridas por la puerta principal del edificio, de pronto, entre cañonazos de agua, según mostraron después los telediarios.


Aquella mañana del 2 de junio de 2008, estudiantes del Instituto Nacional protestaban cerrando la Avenida de Los Mártires porque al plantel se le habían colocado cámaras de vigilancia y porque además exigían la destitución de un alto funcionario de Educación — exestudiante y dirigente juvenil del plantel— que había hecho declaraciones que consideraron ofensivas.


Al Nido de Águilas la historia le enmarca uno de los méritos estudiantiles más sobresalientes: la lucha heroica del 9 de enero de 1964, cuando los estudiantes penetraron la Zona del Canal ocupada por Estados Unidos, demandaron la colocación de la Bandera Nacional y se enfrentaron hasta con militares estadounidenses…


Que el director de Asuntos Estudiantiles del Ministerio de Educación dijera que allí algunas alumnas comerciaban sexualmente con sus cuerpos, reclutadas aparentemente por una proxeneta, sin tener pruebas, no lo permitirían los institutores. 


Salieron a exigir respeto bloqueando la avenida y los policías antimotines irrumpieron para despejar la vía con lacrimógenas que caían también entre los edificios.


Las batallas antimotines-estudiantes y bomberos-incendio tomaron tiempo.


Los camisas rojas lograron subir al apartamento B5 de donde salían las llamas, encontrando algo sorprendente. Se encontraba allí escondida una niña de cuatro años. 


Llegada la calma, los investigadores del Cuerpo de Bomberos inspeccionaron el apartamento para averiguar la causa del incendio. Todo se quemó dentro del B5, pero sin víctimas ni heridos. 


Cerca de la ventana, donde habían unas cortinas, se halló el envase de una de las lacrimógenas. Pocos se enteraron del rescate de la menor, y del propio incendio, debido a que los medios se concentraron en las acusaciones de la protesta.


Los informes finales de la investigación concluyeron que estos artefactos no pueden lanzarse a sitios cerrados, por lo que la Policía Nacional, admitiendo la falla, tuvo que pagar una indemnización de 25 mil dólares a los dueños del apartamento.



Publicado el 21 de diciembre de 2011 
en el diario La Estrella de Panamá. 
Serie La tragedia de los menores quemados,
 cuatro entregas a dos páginas.

Lea también:


martes, 19 de noviembre de 2013

Se requiere un periodismo independiente de los poderes


Ciertamente se requiere cada día más un periodismo enteramente divorciado de los poderes que le niegan el bien común a nuestra población; por esa libertad y esa justicia que a pesar de toda la bonanza económica (que solo un 10% de los panameños acumula en sus bolsillos), no se conjugan para que ese bien común favorezca realmente a las mayorías.

Me hago eco de las palabras textuales pronunciadas por la periodista,
catedrática y escritora Griselda López durante  el reconocimiento que hizo el Banco Nacional:

"En un mundo convulsionado como en el que hoy vivimos, el periodista está llamado a desempeñar un rol más participativo,comprometido y ético y a través de una propuesta humanizadora de doble vía: comunicar para humanizar y humanizar para comunicar.

Son valores éticos y sociales integradores necesarios para lograr el cambio social y comunicativo que espera nuestra sociedad. El escenario en nuestro país actualmente es complicado y debemos tener visión y compromiso para señalar los caminos quenos conduzcan hacia la búsqueda  del bien común. El control de la información está sujeto a la lucha porel poder, porque se piensa que sin ese control acceder al poder es un imposible. Por ello se requiere que el periodismo sea independiente de los poderes constituidos. Garantizar esa independencia es fundamental para la buena salud de la democracia.
Nuestra responsabilidad como periodistas es mayor que nunca. El insigne periodista  Tomás Eloy Martínez  señalaba que la avidez de conocimiento del lector no se la sacia con el escándalo sino con la investigación honesta; no se la aplaca con golpes de efecto sino con la narración de cada hecho dentro de su contexto y de sus antecedentes.
Al lector no se lo distrae con fuegos de artificio o con denuncias estrepitosas que se desvanecen al día siguiente, sino que se le respeta con la información precisa. El periodismo no es un circo para exhibirse, ni un tribunal para juicios sumarios, ni una asesoría para gobernantes, sino un instrumento de información, una herramienta para pensar, para crear, para ayudar al ser humano  en su eterno combate por una vida más digna y más justa.
Una de las peores afrentas a la inteligencia humana es que sigamos siendo incapaces de construir una sociedad fundada por igual en la libertad y en la justicia. No me resigno a que se hable de libertad afirmando que para tenerla debemos sacrificar la justicia, ni que se prometa justicia admitiendo que para alcanzarla hay que amordazar la libertad.
Para mí, con más de 35 años como docente en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Panamá me llena de satisfacción observar a mis egresados  desempeñarse en los medios  con esfuerzo y sacrificio, pero con amor a una profesión que nunca ha estado bien pagada.  El jueves es la graduación de nuestra Escuela, nuevos profesionales saldrán llenos de ilusiones y de expectativas y esperamos reciban el apoyo y la solidaridad de sus experimentados colegas.
Quiero agradecer y felicitar al Banco Nacional de Panamá por este reconocimiento y homenaje que nos hace junto a los queridos y magníficos colegas aquí presentes y reconocer esa imagen sólida e histórica que el Banco Nacional, ha sabido atesorar a lo largo del crecimiento de la República,  imagen valorada por toda la sociedad panameña.
A mis colegas, un abrazo fraterno y felicitaciones por engrandecer esta profesión que es más que un apostolado: es un compromiso irrenunciable con el pueblo panameño.
Muchas gracias."
Griselda López
Directora de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Panamá.