miércoles, 29 de mayo de 2019

La publicidad cae en las redes del 'me gusta' y deja a los viejos... medios

Cuando era estudiante de bachillerato tuve un profesor consejero que siempre nos decía en clases que la repetición de las palabras es un arma poderosa, que por ejemplo, si un hombre le dice cuántas veces sea posible a una mujer que "la quiere", aunque ella no le crea y no guste de él por muy feo, ella terminaría cayendo enamorada.
Ese mismo año lo corroboré y al tiempo entendí que la publicidad, tanto como la música, se valen de esa poderosa técnica: la repetición, incluso de la historia.
Aunque este artículo no aborda sobre las técnicas de la publicidad y su madre la propaganda (política e ideológica), vale la analogía debido a que también estas, publicidad y propaganda, en sí podría decirse que se enamoran y repiten la misma historia una y otra vez.
Para no repetir usaré publicidad para referir ambas, y me centraré en cómo desde hace siglos ha venido cambiándose de medio a medio hasta nuestros días.

Los diarios están más afectados en la división del pastel publicitario. Cae las ventas diarias. Foto: laggon19

Esto porque hace algún tiempo la publicidad ha caído en las redes sociales y se ha ido agarrada de manos a darle su gran pastel, casi toda su dulce ganancia. Le ha dado así la espalda casi por completo a su relación con los viejos medios de comunicación social. Más aportar cifras que sabemos son millonarias la pregunta es: ¿se quedará quieta?, no lo creo, su estilo es siempre cambiante y nada de esto es su culpa. Es su naturaleza.
Nada más daré una cifra como idea de la magnitud millonaria: solo la red Facebook factura en concepto de publicidad anual unos $40 mil millones provenientes de casi todo el mundo porque la competencia ahora es global. Imagine Google que duplica ese monto y las demás redes populares.
Vale precisar entonces que las ganancias de las redes es lo mismo que se disputaban hace mucho los medios masivos: prensa escrita, radioemisoras, canales de TV, servicios cableTV, cine e inclusive agencias publicitarias. Era en cambio una competencia aislada en cada nación.
Esta competencia no tan amorosa tiene siglos de historia y debemos recordarla ante la crisis de los viejos medios.
Los periódicos (sucesores de los antiguos pregoneros o voceros de hechos importantes) aparecieron en América con mayor perodicidad a principio del siglo XIX, ya fuese trimestral, mesual, quincenal, semanal y después diario. Estos medios de papel dieron a la publicidad el campo fértil: un mercado numeroso y publicaciones frecuentes, donde esta se fortaleció hasta nuestros días.
Durante muchos años años los periódicos de papel reinaron solitarios para la publicidad, incluso para la
propaganda política e ideológica.
No obstante, para 1920 surgieron las primeras transmisiones de radioemisoras y empezó a partirse el pastel de los anuncios en todos los países, si bien siguió creciendo.
En 1927 en Inglaterra y durante 1930 en Estados Unidos nacen las emisiones públicas de televisión. Posteriormente lo hace el cine y la TVcable que proliferaron y hoy día insertan mucha publicidad.
Tiempo después, a mediados de los 90, se dio alcance público a otro poderoso medio con amplitud global: Internet, el cual trajo consigo otra gran batalla por las ganancias publicitarias. El poder mediático estaba de pronto en manos del público, empresas y entidades al crear fácil sus propios sitios digitales. Al mismo tiempo, junto al Internet comercial, los usuarios adquirían teléfonos celulares 1G, cuyo antecesor, el beeperhabía abonado el terreno dando grandes ganancias a sus proveedores. Tardaría poco en tener conexión Internet para los usuarios.
En 1997 aparece el prototipo de red social Six Degrees y con el perfeccionamiento de la web 2.0 surgieron los conocidos blogs independientes (los primeros influencer digitales). El pastel de la publicidad tomaría rumbo y el impacto sería mundial.
Más redes sociales nacieron en los primeros años del nuevo milenio, se fortalecieron y atraparon sin uso de la fuerza el mundo.
Es en este punto donde la publicidad de los primeros medios: prensa escrita, radioemisoras, canales de televisión, principalmente, perdieron la porción grande del pastel publicitario; si el público está en las redes, y adicional en Google, las empresas e instituciones que pagan por los anuncios por lógica debían sincronizarse y lo así hicieron. De paso, la competencia por anuncios dejó de ser local o nacional, pasó a ser global.

Diarios en Panamá sufren la peor de las crisis de rentabilidad.

Por eso en Panamá y muchos países no solo los diarios y las radioemisoras sufren cada vez más de menos anunciantes y altos gastos de producción, algo que hace rato enfrentaban entre ellos y contra la televisión; y más actual, ahora hasta los canales de TV sufren la falta de anunciantes y de televidentes como pasa con los lectores de periódicos en extinción y los escasos oyentes de radioemisoras, volcados a las redes. Los canales de TV locales han tenido que promocionar estudios de "efectividad" con datos sobre supuesto aumento de la audiencia y de las horas que las personas ven la TV, para tratar de atraer anunciantes...
Y cabe indicar que aun habiendo trasladado estos medios convencionales su presencia al Internet, con versiones digitales propias, las redes sociales acapararon el grueso de los anunciantes.¿Por qué?
Porque poquitos usuarios entran a una web informativa a leer noticias, y porque sortean descargarse las app de estos por diferentes razones. Navegar una web puede ser incómodo y complicado, toma tiempo, algo así como sentarse exclusivo a leer el periódico de papel y doblarlo o deshijarlo... entretanto, las nuevas generaciones saben que en las redes hallan a un clic lo que quieren con los hashtag (#)... Si vemos las calles y hasta las oficinas u hogares ya casi no hay personas con periódicos bajo el brazo; ni siquiera los periquitos enjaulados los usan para leer y pasar el tiempo.
Para enfrentar lo anterior, los informativos web de los medios viejos saturan las redes pegándoles sus URL publicados, aunque son pocos usuarios los que pinchan algún título si no les interesa. Ante tal desconcierto los medios convencionales, reyes destronados de las mieles de los anuncios, hoy pagan publicidad a las redes sociales para promocionar lo que ellos publican y así dar algún tráfico a sus sitios. Ironías de la vida, ¿o no?
En definitiva, la publicidad siempre se quedará con el que está de moda, con lo más nuevo y ahora ya está repitiendo la historia: de las redes está saltando a las manos de los llamados influencer. Con ellos quieren bailar sus millones.  ¿Qué tal? Pero esta parte de la novela la abordaremos en la próxima entrega: Instagram planea chasquido de corazones tras, ¿malas infliencias?, hay millone$ que salvar




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