jueves, 25 de abril de 2019

Avengers Endgame: reflexión sobre cine, literatura y tú


REFLEXIÓN EN VOZ ALTA (LETRAS AL AIRE LIBRE):

A medianoche fui con mis hijos al estreno de Avengers Endgame. Solo diré que la gran mayoría del público era joven y que vi y escuché a muchos reír, gritar y llorar. Más de tres horas sentado.
Me pregunto por qué el cine (sin ignorar el impacto de las imágenes en movimiento y sonido), logra acaparar a los chicos y chicas con su ficción y en cambio (tal vez alguien diga lo contrario), en cambio el realismo fantástico literario obtiene cada vez menos público joven. La ficción o ciencia ficción sí es atrayente. Esto lo puede uno corroborar en las atinadas ferias de libros donde los jóvenes interesados van por HarryPotter y otros títulos vistos en películas; si no, pues por algún youtuber, "no comamos cuento" (sin ofender este gran género literario)...
Pero la realidad, la más sorprendente realidad, no logra igual impacto en muchos. Incluso, las casas editoriales prefieren publicar la fantasía y poco (a menos que el autor sea rete reconocido), otros géneros.
Por fortuna, a mi parecer, el cine ya no es solo ficción ficción sino también mucha realidad en cuanto a los avances de la ciencia y las tecnologías increíbles que hoy (hoy) existen o se están desarrollando, aunque en países como el nuestro prefieran ignorarlo muchos poderosos, organismos claves y hasta intelectuales aferrados a sus gustos e intereses.
Esto pasa y veo pasar aun cuando también hay voces que advierten amenazas en medio de las reconocidas bondades, y estas últimas son las que resaltan para enmarañar a la gente.
Nada más veamos cómo las máquinas han reemplazado humanos en muchos ámbitos y pronto estarán con nosotros humanoides con igual o superior inteligencia (nunca hemos convivido con otra especie inteligente, hasta ahora no se ha confirmado o se mentiene oculto). Es decir, los monos se semejan a nosotros y los delfines sobresalen a su modo, pero ya sabemos cómo los tratamos. ¿Qué pasaría si se invierten los papeles y algo que piense, sí, que piense más que nosotros y más rápido, y sea más poderoso físicamente, escalara en este mundo? El cuento del interruptor lo enciendo o apago yo, es ahora eso, un cuento del pasado...
Adicional, volviendo al cine, ¿por qué las películas del gran cine recurren en viajar al pasado y futuro?, ¿qué tratan de advertir realmente cuando toman los avances científicos-tecnológicos como argumento central?
Esto nos recuerda que en literatura vemos la grandeza de Julio Verne y otros autores, adelantados a su tiempo, pues sus visiones literarias se hicieron reales, tanto, que nos sorprende hoy la realidad de aquella ciencia ficción...


  #RedesCubriendo #RompeRedes #literatura #cine #avengersendgame

martes, 23 de abril de 2019

Jugando con la cadena y con el mono: Inteligencia Artificial

Pensemos esto con más inteligencia; si en tu negocio buscas ganar, a quién preferirías: ¿a un humano inteligente o a un humanoide súper inteligente y multitodo?
¿Realmente estamos preparados?, y aparte de las bondades que son muchas ¿si nos equivocamos al crear otra inteligencia dominante?
Aquí les dejo el video de la Singularidad que ya estamos viviendo en cuanto a la Inteligencia Artificial.

jueves, 21 de febrero de 2019

Presidenciales 2019: Prometo cumplir, ¡créanme!


El primer “debate” de los candidatos presidenciales, realizado y transmitido anoche a nivel nacional, bajo la  organización de la Universidad de Panamá y el Tribunal Electoral, parece no haber llenado las expectativas de la población, en cuanto a propuestas convincentes, según el torbellino de reacciones divulgadas por usuarios de las distintas redes sociales y lo que se dice en las calles. 


Para muchos, más que un debate fue un encuentro con miras a sondear lo que trae cada candidato, ya sea partidista o independiente, y a su vez, el calentamiento de éstos para soltarse los nervios y las lenguas (y también amarrarsela para no meter la pata o porque callados se “ven más bonit@s”).

Sin embargo, el punto positivo del evento fue lo que se percibe ocurrió frente a las pantallas de los hogares: el interés de gran cantidad de personas, y en especial de jóvenes preocupados por su futuro y por un mejor Panamá. Por mis hijos, quienes se sentaron voluntarios a escuchar conmigo a los candidatos, y por las amistades de ellos que cruzaban comentarios a través de las conexiones inálambricas, lo percibo así. 

¿Y por qué los jóvenes están más preocupados? Me atrevo a decir, por lo que converso y escucho a diario, que uno de los motivos es la falta de empleos para ellos; puestos de trabajo que vayan más allá de los tres o seis meses de contrato (si consiguen uno... pues sobran quienes ni con estudios logran conseguir de lo estudiado y por ende mejorar su calidad de vida).
Otro motivo poderoso, no menos importante, es el efecto perpetuo que han tenido en los últimos años los escándalos de corrupción y la falta de justicia en todos los niveles. En otras palabras, la gran cantidad de electores, y de jóvenes preocupados, no comerá cuentos en este 2019; y ya están exigiendo verdadero compromiso con el país a quienes se disputan la silla presidencial y los cargos de elección.


En este primer “debate” se evidenció que los candidatos, incluso independientes, serán calificados y preferidos o no, a partir de sus trayectorias y sus propuestas.

Pero se ha dicho tantas veces, por ejemplo, que se va a resolver la crisis criminal de la Caja de Seguro Social, o la Educación (entiéndase la Educación Pública que otra vez sin iniciar clases presenta las mismas incapacidades), que ya suena a mentira cualquier promesa o muy pocos caen en las gastadas estrategias de campañas, así sean algunas buenas. Incluso, se nota en las caras de varios candidatos/as que al prometer lo mismo sienten que nadie les cree. 

Es evidente que el discurso político no debe rayar ni quedarse en las culpas, sino ir más allá de lo pasado y de las promesas vacías y plantear cómo se hará para salir del actual atolladero, distribuyendo realmente las riquezas, oportunidades y beneficios en igualdad. Ya no sirve mentir, ni hablar por hablar y menos desacreditar; es mejor decir la verdad, reconocer errores, actuar por el bien común.

Eso significa que los aspirantes presidenciales tendrán que amarrarse los pantalones o las faldas si desean convencer, es decir, lograr CREDIBILIDAD, a bien de conseguir mantener o mejorar sus niveles de aceptación popular, y luego, cumplirle a la población, sin recaer tanto, o usar como estrategia el culpar y culpar a otros, en vez de plantear las fórmulas, porque  hoy es el presente, y el futuro es mañana.

Otros temas: Los enemigos de la Educación en Panamá


viernes, 12 de octubre de 2018

Cómo enamorarse hasta la eternidad

Por su palabra, cada quien sabe quién es; 
y por lo que lee, lo que sabe. 
(Luis González González)


Hola amigos y amigas de este mundo. Hace un rato no posteo nada en este mi querido blog por las ocupaciones de la vida pobre y otros proyectos que me sumergen.

Por eso los invito a leer lo último de mi producción literaria ya a nivel internacional: AMOR CIEGO VERDADERO, un relato corto (500 palabras) para todos los gustos y espero puedan comentarme. ¡Abrazos y éxitos para todos!


Parque Porras, Calidonia, en la capital de Panamá.
Foto: Luis A. González. G.




domingo, 14 de enero de 2018

Corrupción en Panamá: del lado oscuro al claro

Y tú, ¿cómo ves la corrupción en tu ventana? (Foto Laggon19).
Cuando la corrupción tiene bajo su dominio claro (ya no oscuro) a quienes se supone deben combatirla y desaparecerla, en un país como Panamá, con tanta riqueza y recursos, pero a su vez con una población de escasos 4 millones, la gran mayoría en pobreza declarada y/o disimulada  (por apariencias), urge hacerse preguntas sobre cómo somos hoy como panameños. Es decir, nuestra honestidad personal y grupal es la base para aspirar en poco tiempo a lograr que los recursos del Estado y dineros se manejen con transparencia absoluta por parte de los gobiernos. ¿Ponderamos la honestidad y por consiguiente la transparencia en todos los sentidos?
Esto es importante porque ahora todo está claro con lo demostrado actualmente tras  los "Panama Paper - Papeles de Panamá", y el escándalo Odebrecth, enderezados mediante acuerdos con la justicia; así como otros cuyos fallos judiciales dan a los culpables derecho a pagar o devolver millones de lo robado y embolsillarse el resto, e incluso fianzas para no ser encarcelados. 
Da tristeza, pero así solo se entiende que hoy "el crimen sí paga" porque los ladrones de cuello y corbata sí saben hacer "negocios corruptos" sin pena con los gobiernos.
De tal modo que ya no veo gobierno que ejerza poder para hacer que la justicia resucite, tampoco partidos políticos con ganas reales de que lo anterior se cumpla, ni sectores privados, civiles, religiosos que lideren una cruzada contra el mal y hasta muchos parecen estar "salpicados" con el virus de los sobornos... Mientras unos llaman a la coima donaciones, comisión, "mi parte", o hasta religiosamente ofrendas, el país se va al vacío y las protestas contra los corruptos, efectivas o no, poco les importa a los involucrados y a las autoridades porque primero es el DINERO.
En ese sentido, se vislumbra un torneo electoral en donde la  credibilidad jugará un papel crucial, pues hace falta en todos los niveles...

--Les comparto nuestro artículo de Opinión publicado en La Estrella de Panamá

"Ahora es hasta innecesario el lavado de cerebros político-mediático-empresarial, basta con inyectar a los ‘juegavivo en aumento' relajo, mucho show , coimas o regalos proselitistas, y desacreditar a los pocos pensantes con etiquetas de inadaptados"...

Aquí el artículo completo:
¿Hacía dónde vamos, Panamá? 

martes, 18 de julio de 2017

Los enemigos de la Educación en Panamá

NEGOCIO. Si en Panamá funcionara bien la educación pública, se caería un gran negocio: las escuelas y colegios particulares (de empresarios y de religiones). Lo mismo que pasa en Salud con la CSS y centros de salud (clínicas, hospitales particulares y farmacias que requieren clientes sin escapatoria...)
Si por ley, como ya es en algunos países europeos, los hijos de los ricos y políticos con cargos públicos estudiaran con los hijos pobres, todo lo malo se acabaría, generando verdadera igualdad y transparencia. 

IDIOTIZACIÓN
El problema es que los políticos y gobernantes, y los mismos empresarios, necesitan gente idiotizada  (solo vea el contenido general de los medios, gran efecto ahora unido a lo que se prefiere en las redes). Idiotizados es más fácil manipularlos, dominarlos, hacerlos consumir, llevarlos a votar... Si preguntas a la consciencia ciudadana: ¿el panameño lee? Qué responden todos... Y ¿por qué?: "no tengo tiempo, me da pereza, en verdad no entiendo, busco lo más facilito...", frases ya comunes en la boca de la gran mayoría. 

¿Por qué a las personas en redes sociales no les gusta compartir noticias de altura?

PEREZA CRÓNICA. El problema va más allá de lo que pasa en los salones de clase, incluso universitarios, donde persisten las pruebas de cierto y falso, llenar espacios, pareos o aprender todo de memoria (para olvidar pronto). Todo lo contrario a hacerlos pensar, forzarlos a analizar, proponer y actuar para resolver problemas, cuestionar a los poderosos, quienes por sus intereses garantizan buena vida a sus hijos y sus futuras generaciones (de por vida). ¿Quién tiene la solución? ¿Quiénes deben desidiotizarse? 



Palabras claves: Docencia, educadores, Educación, redes sociales, salud, escuelas, colegios, estudiantes, enseñanza, aprendizaje, Universidad de Panamá, Meduca, Panamá, desempleo.

jueves, 5 de enero de 2017

El temple de 'Nino' Chiari frente a Estados Unidos


Cuando Lyndon Baines Johnson, el presidente 36 de Estados Unidos, escuchó sobre la acción de los estudiantes zoneitas en Balboa, Panamá, se dio cuenta enseguida que tendrían problemas. Así lo escribiría varios años después en sus memorias.

Durante la tarde y la noche del lunes 9 de enero de 1964, las confrontaciones entre panameños que exigían respeto a la soberanía nacional y soldados estadounidenses ultrajando este derecho, habían llegado a su punto más álgido en la capital canalera, específicamente en la llamada zona ocupada por Estados Unidos. Los estudiantes y empleados federales desobedecieron la orden presidencial gringa de que se izara la bandera panameña en la franja canalera, desatando la violencia.

El 10 de enero los disturbios no daban tregua. Se contaban entre 8 y 10 los panameños muertos y más de 200 heridos en ese momento.

Bajo alta tensión, en su oficina presidencial, Johnson reunió a sus hombres de mayor confianza, asesores y diplomáticos. Panamá se convirtió en su primera crisis internacional. Uno a uno, desde las 10:10 a.m., llegaron al salón del gabinete: el secretario de Estado Dean Rusk, el secretario de Defensa Robert McNamara, quien desde 1961 a 1968 afrontó la crisis de los misiles, impulsó el rearme de Estados Unidos y comandó la guerra de Vietnam; además del secretario para Asuntos Latinoamericanos Thomas C. Mann, entre otros.

En Panamá, desde el Palacio de Las Garzas, el entonces presidente Roberto F. Chiari ya había apretado el botón del teletipo (antecesor del fax y el correo electrónico) comunicando a la Casa Blanca el retiro de la misión diplomática nacional en Washington, lo cual rompía formalmente las relaciones con Estados Unidos.

A las 11:40 a.m. de aquel martes 10 de enero, Johnson tomó la iniciativa de llamar a Chiari. Así consta en el registro de su agenda de trabajo, la cual lo identificaba aún como vicepresidente de Estados Unidos, a pesar de haber asumido la presidencia tras el asesinato de John F. Kennedy, ocurrido en Dallas, el 22 de noviembre de 1963, mientras saludaba a sus seguidores desde su auto.

L.B. Johnson debía buscar un punto común para iniciar el proceso de reconciliación con el pueblo panameño, representado por Chiari. Debía hacer el contacto a través de un intérprete bilingüe como establece el protocolo diplomático. Lo que no sabía era que, lejos de llenarse de intimidación, ‘Nino’ Chiari demostraría su temple como presidente y negociador, exigiendo desde el primer momento no solo encontrar una solución al conflicto coyuntural, sino lograr de una vez por todas acabar con el origen ‘de las causas del conflicto’. Es decir, negociar un nuevo tratado que borrara la perpetuidad de Estados Unidos en la Zona del Canal, pactada el 18 de noviembre de 1903, con el Tratado Hay-Bunau Varilla.

Estas son las conversaciones telefónicas confidenciales entre Chiari (Ch) y Johnson (J). La primera durante la mañana del 10 de enero de 1964, el día siguiente de aquel 9 de enero negro para los panameños; y la segunda, el 3 de abril de ese mismo año.

10 DE ENERO DE 1964

J (Johnson en la voz del intérprete: I): ¡Aló señor presidente!

Ch (Chiari): ¡Diga señor!

J: Señor presidente, quería expresar a usted que profundamente lamentamos la situación de violencia que ha ocurrido ahí.

Ch: ¡Sí señor!

J: Apreciamos inmensamente su apelación para el pueblo panameño para que se quede calmo. Reconocemos que tanto usted como yo debemos hacer todo para mantener la paz y que tenemos la seguridad que usted lo está haciendo y yo haré lo mismo. Tanto usted como yo, señor presidente, debemos reconocer la posibilidad de que hay elementos que son enemigos tanto de ustedes como de nosotros que tal vez...

Ch: Sí señor.

J: ...quieren explotar esta situación.

Ch: ¡Sí señor!

J: Inmediatamente voy a enviar a Panamá, señor presidente, a mi asistente de toda confianza, el secretario Thomas Mann, y otros auxiliares de alta categoría ya aquí llegados a la Casa Blanca para que puedan averiguar todos los hechos y ayudar y cooperar con usted. Yo creo que es importante mantener un contacto íntimo entre nosotros dos y estoy dispuesto a hacerlo. Ojalá que usted vea al señor secretario Mann y canjea su gestión y que tenga señor presidente para mejorar esta situación.

Ch: ¡Bueno! ¿Me permite usted un momento?
I: Do you allow… a moment?

Ch: ¡Aló! ¡Aló!

I: (Confusión de voces en inglés ...) please... a moment.

Ch: ¡Aló! ¡Aló!

I: ¡Sí señor!

Ch: ¡Aló!

I: ¡Sí señor!

Ch: ¿Me permite usted un momento? ¡Aló! ¿Ustedes me escuchan, ¡ah!?
I: ¡Sí señor!

Ch: ¿Están escuchando? ¿El presidente Johnson está escuchando?

I: Sí señor, el presidente Johnson está escuchando.

Ch: Lo que le voy a decir a él es lo que yo pienso decirle al señor Thomas Mann cuando venga acá posiblemente esta noche o si no mañana...

I: (Traducción al inglés).

Ch: ...Para ir a una revisión integral de los tratados que rigen las relaciones de Estados Unidos con Panamá porque lo que tenemos hasta ahora no es más que una fuerte insatisfacción y de situaciones tan lamentables… (Se escucha al fondo, muy baja, la voz de Johnson fuera de conversación).




'Esperamos una acción rápida y justa': Chiari

La mañana del 10 de enero de 1964, con las relaciones diplomáticas entre Panamá y Estados Unidos rotas, debido a los sucesos sangrientos ocurridos desde el día anterior, la línea de contacto entre el Palacio de Las Garzas y la Casa Blanca marcaba alta tensión.

Luego de que el presidente de Estados Unidos, Lyndon Johnson, iniciara la llamada telefónica de conexión y esbozara con palabras tácticas su interés en lograr una reconciliación con el pueblo panameño, el presiente Roberto F. Chiari, quien lo había escuchado sin interrupción, lo interpeló con una tenacidad única. Y única no solo porque en ningún momento le tembló la voz al plantear la exigencia de solucionar desde la raíz el conflicto -la perpetuidad dada a Estados Unidos en la Zona del Canal por el tratado Hay-Bunau Varilla-, sino también porque cada frase la fue hilvanando con tal sutileza para que Johnson lo escuchara como si le dijera un poema, eso sí, un poema lleno de razones claras de una nación ultrajada, en la voz categórica de su presidente. Incluso, Chiari (Ch) tomó la precaución de preguntar al intérprete (I) si Johnson (J) lo estaba escuchando bien para asegurarse de que sus palabras golpearan su tímpano y se le grabaran bien claras en el cerebro.

ORIGEN DEL CONFLICTO
J (I): Vamos a tener que averiguar, señor presidente, todos los hechos que provocaron esta violencia y es el motivo porque va a ir el señor Mann para que pueda recoger todos los hechos y para que pueda después formular a mí sus recomendaciones.
Ch: Eso está bien. (Le cortó) Pero recuérdele al presidente Johnson que desde el año 1961 yo estuve en Washington para hablar con el presidente Kennedy y que durante ese tiempo hasta la fecha no se ha hecho prácticamente nada, absolutamente nada, para tratar de resolver esta situación que cada día ha venido deteriorándose al extremo que tenemos ocho o diez muertos y más de 200 heridos en los hospitales.

I: Un momento, señor presidente. (Pidió el intérprete para que continuara Johnson en inglés). Nosotros, señor presidente, no podemos justificar de forma alguna la violencia y debemos mirar para el frente y no para atrás. Por eso es que va a ir el señor secretario Mann ahí, para la continuación de las conversaciones que Panamá tuvo con el presidente (Dwight) Eisenhower en el 60 y con el presidente Kennedy en el 61, para ver averiguar exactamente lo que podemos hacer para resolver esta situación. Porque tenemos aquí problemas también iguales en los Estados Unidos. Tenemos que averiguar los hechos para poder llegar a soluciones. La violencia nunca es una forma para solucionar problemas de clase alguna y tengo la seguridad que usted, señor presidente, y el señor secretario Mann podrán llegar a un acuerdo de comparar, intercambiar ideas para que podamos solucionar estos problemas.

Ch: No, yo... estamos de acuerdo, la violencia no conduce a nada, pero también la intransigencia para atender estos problemas como ha ocurrido últimamente. Llevamos más de dos años y no se ha logrado nada. Es lo que ha motivado más o menos una situación como esta...

I: Un momento por favor. (Traduce a inglés).
Ch: . ..Si él se diera cuenta que aquí lo que conduce, como hombres prácticos y responsables, él ante su país y yo ante el mío, para actuar rápidamente con sentido de la realidad, con sentido de la realidad.

I: El presidente Johnson dijo, señor presidente, que sus auxiliares de mayor confianza estarán en avión dentro de treinta minutos camino de Panamá...

Ch: ¿A qué hora estarán en Panamá?

I: ...y que él confía que usted mantendrá el orden en Panamá como él lo mantendrá acá. ¿Qué usted preguntó, señor presidente?

Ch: ¿A qué hora pueden llegar a Panamá ellos?

I: Un momento, señor presidente.

I: Ellos avisarán, pero el presidente dijo aproximadamente unas cinco horas después de salir.

Ch: ¿Cómo dijo?

I: Aproximadamente cinco horas después de salir a Panamá.

Ch: ¿Como dentro de un par de horas?

I: Aproximadamente siete de la noche, tal vez, siete de la tarde.

Ch: ¿Siete de la noche?

I: ¡Sí, señor!

Ch: Bueno, está muy bien. Dígale que muchas gracias, que yo le agradezco su cooperación. Seguimos hablando sobre el asunto.

(Se excusa Johnson) I: El presidente Johnson desea declarar que no puede ir más rápido que eso, je, je, je (ríe apenado el intérprete).

Ch: Bueno, dígale que está bien, dígale que está bien...

I: Tenemos serios problemas aquí, como ustedes tienen ahí. Como el señor presidente reconoce y esos problemas van a exigir, la voluntad, la buena fe y la sabiduría de tanto ustedes como nosotros para llegar a una solución.

Ch: ¡Cómo no! Pero dígale al presidente Johnson que una de las cosas que yo admiro de él es que él es un hombre de acción y de pocas palabras. Nosotros esperamos que en esta ocasión va haber una acción pronta, rápida y justa para estos problemas.

J: Thank you very much. Goodbye!

3 DE ABRIL DE 1964
Después de casi tres meses de la agresión armada, los diplomáticos de ambos países acordaron comenzar a negociar. Johnson contactó nuevamente a Chiari por teléfono:

J: Hello!
Ch: ¡Aló!

Johnson, a través de su intérprete I: Señor presidente, aquí habla Lyndon Johnson. Yo quería expresar nuestra gran satisfacción al acuerdo que hemos llegado.

Ch: ¡Cómo no!, dígale que está bien. Que le doy las gracias y que a mí también me complace que ambos países hayan encontrado el entendimiento necesario para reanudar las relaciones diplomáticas e iniciar gestiones para eliminar las causas del conflicto que nos viene separando desde hace un tiempo.

I: Sí, señor presidente. Agradecemos inmensamente que usted haya cooperado con nosotros y hoy día el hombre más fuerte, más capaz que yo conozco para esta función, el ex secretario de Hacienda, señor Robert Anderson.

Ch: ¿Robert Anderson?
I: ¡Sí, señor!

Ch: ¿Lo ha nombrado como embajador especial o como embajador diplomático?

I: Ha sido nombrado como embajador especial para las negociaciones. Ha servido como secretario de Hacienda bajo el presidente Eisenhower, y es un caballero que goza de toda mi confianza.

Ch: ¡Cómo no! Dígale que está bien, muchas gracias. Yo me alegro mucho. Yo también procuraré escoger una persona capaz de llevar adelante estas gestiones. Nosotros anunciaremos en el transcurso de mañana quién va a ser el embajador de Panamá allá en Washington.

J: Thank you very much. I: Agradecemos inmensamente, señor presidente, y aunque no sepamos el nombramiento del embajador panameño deseo declarar que el señor Anderson es un abogado de primera clase, es un profesor de derecho y que su misión será llegar a un acuerdo que sea justo para los dos países.

Ch: Está bien. Dígale que muchas gracias y que también espero que así sea. Si hay la suficiente voluntad entre los países podemos encontrar la solución a todas las diferencias que han habido y en el futuro ambos pueblos van a mantener relaciones amistosas y sinceras, ya que tenemos comunes intereses en la vía interoceánica...




Tratados Torrijos-Carter: retiro de los estadounidenses

Tras meses de conversaciones por parte de ambos gobiernos, incluyendo gestiones y sesiones de la OEA, las negociaciones para la solución ‘de las causas del conflicto’ resultaron en lo que sería conocido como el tratado ‘3 en 1’, el cual  nuestra Asamblea Legislativa no ratificó en aquel momento, pero posterior al golpe de Estado de 1968, con base en este mismo tratado, se reanudó la negociación que culminó con los tratados Torrijos-Carter en 1977, gracias a los esfuerzos históricos emprendidos por el general Omar Torrijos Herrera y su equipo de negociadores, con el cual se programó el retiro de los estadounidenses de la zona del Canal hasta el 31 de diciembre de 1999. Sin embargo, y a pesar de que Panamá recuperó su soberanía en toda la geografía, Estados Unidos mantiene la cláusula De Concini, no negociada, que le permite intervenir el Canal si lo estima necesario.




Roberto Francisco Chiari Remón (1905-1981) 
Dos periodos presidenciales 
Presidente de Panamá en noviembre de 1949, y del 1 de octubre de 1960 al 1 de octubre de 1964. Fue hijo del también presidente panameño Rodolfo Chiari. Estudió en el Colegio La Salle, bachiller y perito mercantil. En 1940 lo eligen diputado de la Asamblea Nacional y durante el gobierno de Ricardo Adolfo de la Guardia fue Ministro de Salubridad y Obras Públicas. El 20 de noviembre de 1949 se encargó de la Presidencia después de la renuncia de Daniel Chanis Pinzón, pero ocupó el cargo 4 días, tomó su sombrero y se fue para no aceptar un fallo que le permitía quedarse en el cargo.


Lyndon Baines Johnson (1908– 1973) 
Agresivos mandatos 
El presidente 36 de Estados Unidos. Luego del asesinato de John F. Kennedy, Johnson asumió el cargo dentro del Air Force One, el cual transportaba desde Dallas los restos del mandatario. A Johnson se le recuerda por firmar la ley de derechos civiles contra la discriminación racial en sitios públicos y negocios. Fue elegido para el siguiente periodo en 1964, logrando el 61,1% de los votos. Lanzó la ley de derecho al voto afroamericano en 1965 y derribó la discriminación contra la inmigración. A su vez, mantuvo un intervencionismo agresivo con la invasión de Santo Domingo y la guerra de Vietnam donde Estados Unido resultó derrotado. Después de ese duro golpe, declinó ir a la reelección en 1968.

Revelaciones Publicadas el  9  y 10 de enero de 2012/ Diario La Estrella de Panamá